jueves, 26 de junio de 2014

CINE: AMOR. UN FILM DE MICHAEL HANEKE


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AMOR, FILM DE HANEKE

Hace pocos días, he visto Amor, la última película del cineasta Haneke. Es de un gran impacto emocional porque pone el dedo en la llaga en el desamparo de las personas incapacitadas que quedan libradas a un cuidador/a familiar que es quien se hace cargo del caso. En esta historia, una pareja de ancianos, exprofesores de música y amantes de la misma, que se nos muestran teniendo una buena relación de cariño y comunicación, sufre un accidente inesperado que trastoca la vida de ambos. La anciana sufre un accidente vascular que sin saber que se trataba de eso, sorprende al marido que no sabe qué hacer hasta que solicita la ayuda médica. Resultado de la consulta, tienen que operarla de un coágulo que ha obstruido la carótida y que le provocó un episodio de ausencia del que ella no recuerda nada. Le previenen que los resultados de la intervención son buenos en general pero que hay un porcentaje que sale mal. A ella le tocó ese porcentaje bajo y quedó con un hemiplejia que le paralizó el lado derecho de su cuerpo. El marido se hace cargo de sus cuidados que la película nos va mostrando con detalle, así como el deterioro progresivo de la enferma, que no pierde su lucidez. La humillación de que otros vean su deterioro, hace que ni siquiera quiera que su hija la vea. Ésta última, que no vive en París sino en Londres, se muestra dividida entre la angustia de ver el estado de su madre y el no aportar soluciones prácticas que disminuyan la sobrecarga del padre que es el único que cuida a su madre. Tal vez ese no querer asumir el drama familiar, es que se muestra tan negadora del estado de su madre, pues le hable con una total insensibilidad poco acorde  ala situación, de las inversiones inmobiliarias que han hecho con su marido y parece que han perdido dinero. Su madre casi no puede hablar aunque lo intenta y dice unas palabras a medias incomprensibles, aunque algo se escucha de una casa de la abuela. Se podría interpretar que intenta decirle algo que le alivie de pérdida de dinero mostrándole tal vez que podía tener un patrimonio inmobiliario. O tal vez se trate de un delirio. Su hija llora de ver a su madre así, intenta convencer a su padre que la deje en una residencia y él se  niega, por una promesa que le ha hecho a su mujer de no abandonarla en esas circunstancias. La hija tampoco se ofrece a compartir los cuidados de su madre. Hay una escena donde le reprocha a su padre que no conteste sus llamados y que ella y su marido están muy preocupados por la situación. Él le dice a su hija que  no tiene tiempo para ocuparse de su angustia, que si quiere hablar en serio de preocupaciones le conteste si estaría dispuesta a llevarse a su madre a su casa para cuidarla, a lo que ella no contesta. Él se queda cada vez más solo en los cuidados porque una asistenta que lo ayudaba ya no puede seguir y le recomienda a otra que se muestra totalmente incompetente dado el maltrato al que somete a su mujer. Cuando él la despide ella lo insulta. Él solo le desea que nunca se vea en situación de ser atendida por alguien tan insensible a las personas que no pueden defenderse. Luego tiene un sueño de angustia sonde se le ve caminando por el departamento con los pies desnudos metidos en el agua y una mano detrás suyo que le aferra del cuello como para asfixiarlo. Eso nos anuncia que ya no puede más. Su mujer está cada vez peor. ¿Cuál es el desenlace? Termina asfixiando a su mujer con una almohada mientras le acaricia la mano que ella le tiende. Hay una metáfora posterior, la de una paloma entra improvisamente al domicilio, él la atrapa con una manta y en vez de asfixiarla, la libera y la suelta en la ventana. ¿Es tal vez lo que consideró como un acto de amor hacia su mujer, asesinarla para dejar que estuviera sometida a la humillación permanente y al deterioro cada vez más grave de su estado? ¿Cómo un acto que salvara su dignidad cuando él la recuerda tocando el piano, dado que ella era profesora de alumnos que llegaron a ser brillantes? ¿Es también el cansancio de un hombre desesperado que ya no puede más sin ayuda eficaz contener a su mujer que se niega hasta a comer y beber como expresión obstinada de su deseo de acabar ese tormento de vida? El detalle de su marido buscando un vestido apropiado para  vestirla después de muerta, comprar flores para que la casa oliera bien, sellar la habitación donde estaba siempre acostada e inválida convirtiéndola en una tumba particular y familiar, el delirio posterior de él de creer que estaba hablando con ella cuando aún estaba bien y de que salgan a pasear juntos cuando ella aún podía cuidarlo recordándole que se pusiera su abrigo antes de salir a la calle, nos hablan del profundo amor y respeto a la dignidad de su mujer. La reflexión que duele y nos deja un mal sabor de boca es la falta de implicación en el cuidado del resto de su familia, hija y yerno, más preocupados por sus bienes materiales que por la vida de su propia madre, como lo muestra el final de la película cuando la hija entra en la casa desocupada y mira sus paredes con el cálculo frío de un interés inmobiliario. Y la crueldad compartida por el estado cuando no proporciona ayudas sociales de calidad para atender esos casos. Una película que conmueve profundamente, que nos plantea dilemas éticos importantes y que nos anticipa el futuro que le espera a personas vulnerables en una sociedad donde hay cada vez más personas mayores, libradas a la falta de cuidados ya sea por estar solas o al cuidado de un marido que ya no soporta la carga como en este caso. Una salida masculina que ya se ha visto en otros casos en la realidad, y sin embargo, hay que decir que no conozco casos donde la mujer asesine al marido porque ya no puede más. Un dilema ético importante: ¿vale más que la persona viva de cualquier manera o vale más respetar su dignidad cuando la misma no puede poner fin a su vida, lo que haría si pudiera? La película no deja de doler porque nos toca de cerca. Y los hechos narrados no son suficientes para expresar la inmensa ternura que se trasmite en toda la película. Duele, nos toca de cerca, porque pronto nosotros estaremos en una situación similar, ya sea como incapacitados o como cuidadores. ¿Qué haremos entonces?

CLAUDIA TRUZZOLI
24 junio 2014

miércoles, 25 de junio de 2014

CINE: DOS MADRES PERFECTAS


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DOS MADRES PERFECTAS

Excelente película de la directora Anna Fontaine. Basada en una novela de Doris Lessig, Las abuelas, el argumento trata de dos amigas que se conocen desde niñas y siguen siendo siempre testigos de sus vidas, en las distintas etapas que van atravesando.    El lazo que las une es un amor muy profundo, tanto, que todos en el lugar piensan que son lesbianas y hasta ellas mismas cuando se lo preguntan dudan un instante, pero saben que no lo son. Las dos están casadas y cada una de ellas tiene un hijo varón. El marido de una de ellas se muere cuando su hijo es muy pequeño. El de la otra le propone que vayan a vivir a Sidney porque le han concedido un trabajo que él ha pedido en ese luga, decisión que él toma sin consultarlo con su familia. Eso supone que ella y su hijo tienen que abandonar el lugar donde han vivido siempre. Se enfada cuando ella después de meditarlo y por algunas circunstancias que cambian en su vida, le dice que no quiere abandonar el lugar donde vive, él le contesta irritado que a quien no quiere abandonar es a su amiga. Y más tarde le reprocha que a ella le interese más la casa donde vive que él mismo, sin embargo, él no dudó en pedir un traslado a Sidney sin consultarlo con ella. Entre esas idas y vueltas, hay escenas donde las dos amigas con sus hijos varones ya crecidos y muy atractivos, hablan de su juventud y de sus desarrollos puberales de entonces, muestran fotos de cómo eran, siendo sus hijos testigos de esas revelaciones y lo que va más allá de los relatos es la trasmisión del vínculo amoroso que une a las dos amigas. En la playa, mientras sus hijos juegan en el mar, una le dice a la otra, mirándolos a ellos, si eso lo habían hecho ellas mismas, diciendo que sus hijos parecían dioses griegos por su belleza.

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Finalmente sucede, que una noche uno de ellos seduce a la madre de su amigo, quien no resiste la seducción. Enterada su amiga, en un primer momento le reprocha y le pregunta como ha podido hacerlo, dado que los conoce desde que eran pequeños, pero más adelante también resulta seducida por el hijo de su amiga. Ambas deciden vivir esas relaciones atípicas, desafiando muchas convenciones, convencidas que a la larga serán perdedoras, porque ellos buscarán otras más jóvenes. Una de ellas intenta cortar la relación con el hijo de su amiga, en previsión de un final no deseado pero anticipatorio de un final previsible por la diferencia de edad, ella se hará demasiado mayor para la juventud pujante de su amante. Pero éste se queda muy resentido y no acepta ese corte. Intenta convencerla de que la ama y le dice que nunca le perdonará ese abandono. El otro joven, amante de su amiga, conoce una chica, coquetea con ella, llega a casarse, pero no deja de amar a la amiga de su madre a quien volverá a requerir ante la imposibilidad de cortar el vínculo.
¿Por qué el argumento está tomado de un libro de Doris Lessing que se llama Las abuelas? Porque estas dos madres aceptan que sus amantes se casen, tengan hijos, a quienes ellas crían como abuelas que son de los niños. Pero el desenlace no es el esperado. Uno de los jóvenes revela la verdad ante todos con el resultado que sus esposas al saberla, se llevan a sus hijos y les prohíben a sus abuelas volver a verlos. Y todo vuelve al punto de partida. Los hijos de ambas vuelven a continuar la relación amorosa que habían dejado en stand by. 
Debo decir que me gustó el final, a pesar del alto precio que pagan todos los personajes. Estoy segura que el atractivo que ambos jóvenes sentían hacia las respectivas madres del amigo, responde a la percepción del profundo lazo amoroso que unía a las dos mujeres, lazo amoroso, no lesbiano, aunque a veces pudiera confundirse, porque en ese lazo estaba sublimado el deseo que dirigía cada una al hijo de su amiga. Precisamente por ser cada uno hijo de la amada amiga respectiva, nació este deseo irresistible hacia el producto de su vientre.En un caso, el padre ha muerto cuando el hijo era pequeño. En el otro está presente pero se siente excluido del lazo con su mujer, opera como padre pero no tiene fuerza para convencer a su hijo para separarse del ámbito materno que lo fija al lugar donde vive y a su amante. 
 

Película que resulta más trasgresora por ser mujeres y madres quienes se permiten vivir un deseo fuerte con el hijo de la amiga, respectivamente, pero si en el caso de que hubieran sido dos hombres que se enamoran de la hija de otro amigo, ¿la historia hubiera recibido la misma censura? Probablemente no. A pesar del prejuicio fuertemente anclado en el inconsciente de la mujer como madre, la mujer erótica, atractiva, representa para un joven una tentación que nuestra cultura le censura y sin embargo, conozco casos de relaciones amorosas de mujeres mayores con hombres jóvenes que los han ayudado a madurar y a hacerse hombres de una manera mucho más consistente que lo que logran otros con sus relaciones con sus coetáneas. Mi enhorabuena a Doris Lessing por su novela, que da lugar a esta película. 

CLAUDIA TRUZZOLI
24 de junio 2014 

lunes, 23 de junio de 2014

CINE: LAS VIUDAS DE LOS JUEVES





LAS VIUDAS DE LOS JUEVES

La película Las viudas de los jueves, es una adaptación de la novela del mismo título de Claudia Piñeiro. ¿Por qué viudas? ¿Y por qué los jueves? Porque ese día sus maridos jugaban a las cartas, solos, en la casa de alguno de ellos. Casas situadas en un enclave de ensueño, amurallado y con guardias de seguridad para aislarse y protegerse de las villas miserias que se encuentran apenas traspasados sus muros, donde conviven los cuatro matrimonios que protagonizan la película, intentando tener buenas relaciones de vecindad que les permitan fabricarse la ilusión de que son como una familia. Todo parece encantador mientras la mirada valore la lógica del tener, ajena a cualquier otro matiz que incluyera algo de la lógica del ser. El hilo común que une a personajes con historias particulares tan diferentes es disfrutar del lujo de su modo de vida pero a la vez, negando el vacío y la soledad que abruma a cada uno de ellos con distintos disfraces: cinismo, negación del vacío, de la culpabilidad por hacerse de dinero a través de medios deshonestos, un elogio del poder que enmascara la falta de satisfacción profunda que los mantiene solos con su angustia.

Gustavo es víctima de celotipias que hacen que sueñe angustiosamente con matar a su mujer y en la vida despierta la golpea cuando presume imaginariamente que ella le es infiel con otro de los vecinos. Ella atrapada en el amor que le tiene se cree imprescindible para curarlo aunque le tenga mucho miedo y sufra por los golpes. El Tano asume una conducta donjuanesca que le procura mucho éxito con las mujeres, menos con la suya, a quien ama pero no es correspondido. Es el que se presenta con su fachada más cínica y aparentemente menos culposa, haciendo alegatos racionales acerca del mundo, que dado que está estructurado de tal forma hay que elegir entre ser explotador o explotado. No entiende que él nació en cuna de oro, como le recuerda Ronnie, en un diálogo que no tiene desperdicio, que para mantener este sistema de cosas hace falta que la felicidad de unos se edifique sobre la miseria de otros, que no valen salidas individuales ni democráticas en el sentido de la igualdad de oportunidades. Argumento ideológico tan grato al sistema de vida americano, por otra parte. La mujer del Tano, tiene un aspecto frío y desolado, toma antidepresivos para hacer su existencia menos dolorosa. Cuando ella y su marido hacen el amor, ese encuentro tiene un tono absolutamente mecánico y desprovisto de toda sensualidad, con conversaciones que sugieren que el escenario podría ser una sobremesa o charla de café más que un encuentro erótico. Erotismo que ella intentará buscar con la mujer de Martín. Éste está atravesando una crisis tremenda de pérdida de potencia por la caída de poder adquisitivo dado que le han despedido de su trabajo y no se atreve a decírselo a Lala, su mujer, que le cuestiona permanentemente su falta de carácter y le reprocha que no asciende en su trabajo por la misma razón. Comentarios que ponen en crisis su identidad masculina edificada sobre el éxito y el dinero. Comentarios a los que se suma su hija desafiando constantemente a su padre –Martín- mostrándole su impotencia, su falta de autoridad para con ella. Resultado de este estado de cosas él  sufre  episodios de hipertensión que se sintomatizan a través de hemorragias nasales y crisis de ansiedad. Una escena muy ilustrativa y de un extremo patetismo que muestra la falta de unión entre él y su mujer es cuando la cámara lo enfoca en una conversación que se supone que tiene con ella, donde le dice que debería haberle dicho antes que estaba sin trabajo pero que lo esencial es que están juntos, y cuando la cámara se desplaza hacia el lugar donde supuestamente debería haber estado ella escuchando, se encuentra un sillón vacío. 

El único que parece tener una cierta sensibilidad social y personal es Ronnie, quien siente una cierta culpabilidad por vivir como vive, a costa de la miseria que sacude el país en tiempos del corralito, que reconoce la importancia que tiene en su vida el amor que siente hacia su hijo, que reconoce su soledad, que puede expresar sus sentimientos, a pesar de la superficialidad del entorno que le rodea.  Superficialidad que se muestra ganadora en una escena entre el Martín –angustiado por guardar el secreto de su desempleo- y el Tano que al verlo así, le dice que tiene que contárselo a su mujer pero que sea cool, un estilo que corresponde bien a la lógica superficial y negadora de sentimientos que corresponde a una determinada clase social que sólo aspira al tener como reconocimiento del valor de su ser.

Los dos únicos hijos adolescentes que aparecen en la película, llevan una existencia bastante vacía de estímulos saludables. Una es la hija de Martín, que intenta escapar del vacío a través del consumo de droga, que a su vez vende a otros adolescentes del mismo entorno intramuros. Droga que le es proporcionada por el guardia de seguridad del country. No hay ninguna comunicación ni espacio personal para ella dentro del ámbito familiar. Su madre, Lala, esposa de Martín, sueña con llenar su vacío con algún hombre que le haga sentir viva y ésa parece ser su única aspiración además de exigir a su marido que gane más dinero y sea más agresivo. Martín es el único que intenta poner algún límite a su hija adolescente, pero como ésta asume el discurso descalificador de su madre con respecto a su marido, desprecia a su padre, lo desafía a que pruebe que puede impedirle algo, repitiendo las críticas-reproches que lo descalifican como hombre por no responder al modelo del ejecutivo triunfador agresivo. Él, que comparte la misma valoración de  modelo de masculinidad clásico de una clase social privilegiada, se queda paralizado y no puede reaccionar, permitiendo a la hija que haga lo que quiera, aún sabiendo que está coqueteando con drogas.

El otro hijo adolescente es de Ronnie, quien también está en paro desde  bastante tiempo pero es el único que tiene una sensibilidad social más acusada, un sentido crítico que le hace sentir cierta distonía con respecto a su forma de vivir en el country, una forma de ser alternativa a la masculinidad tradicional que se pone de manifiesto cuando su mujer le reprocha que es la única que trae dinero a casa –puesto que ella se gana la vida vendiendo  propiedades dentro del country- y él le responde con un gran sentido del humor que puesto que durante muchos años él ha soportado los inconvenientes de su género, no le viene mal a ella soportar los del suyo. Sentido del humor unido a sensibilidad social y también personal que le permiten manifestarse más comunicativo y humano al expresarle a su hijo que le quiere, hacen posible que este personaje se salve de la destrucción personal que terminará con el suicidio de los otros tres. Y también que su hijo les pida que se vayan de ese lugar donde viven. Hay una escena familiar muy graciosa donde Ronnie y su mujer están conversando acerca de dinero y como su hijo se aburre, pide levantarse de la mesa. Su madre le contesta que se quede, que no saben nada de él, que se implique, que participe. Por una parte lo incita a hablar de lo que le preocupa, pero cuando él lo hace, el tema no gusta a su madre porque cuenta una anécdota relacionada con la sexualidad –preocupación más que monotemática para un adolescente-. Es triste la ceguera que manifiesta con el hijo cuando le reprocha su manera de vivir, diciéndole que no entiende porqué es así si tiene todo lo que le hace falta. La incongruencia es cuando señala el afecto, porque es evidente que las preocupaciones del hijo no tienen espacio si no coinciden con lo que les preocupa a los padres.   

La película comienza con una escena donde se ve a tres hombres muertos flotando dentro de una piscina. Más tarde se sabrá que se trataba de un suicidio. Suicidio anunciado por el más cínico de ellos en una escena donde comienza una disertación aparentemente filosófica acerca de la muerte, para sugerir a los otros la idea suicida –un accidente eléctrico en la piscina por la caída al agua del aparato de música mientras ellos nadan,- que les permitiría cobrar a sus mujeres una cuantía de dinero importante gracias al seguro de vida. Discurso que los otros escuchan y secundan a juzgar por la consecuencia que provoca: los tres mueren electrocutados en la piscina. Se salva Ronnie, el más sensible, que si bien se alerta por la conversación, se detiene a preguntarles si es una broma lo que están diciendo, quiere creer que lo es y se retira a su casa a descansar. Evidentemente, no es casual que se salve él porque es el único que parece no ser víctima de un discurso triunfalista y a pesar de las contradicciones entre sus ideas y su modo de vivir, mantiene viva la lógica del ser que le permite valorar el amor a su mujer, a su hijo, la compasión por la gente expoliada de sus ahorros por el famoso corralito argentino, cuando ve las imágenes de desesperación de la multitud que protesta frente a los bancos por no poder acceder a sus ahorros. Medida que se convirtió en pérdida de los mismos. Robo ejecutado por el gobierno. Esto motiva una conversación con el Tano en una escena anterior al desenlace, donde Ronnie le expone su reserva moral frente al modo de vida que estaban llevando, diciéndole que la riqueza de ellos se sustentaba con la miseria de otros. Argumento al que el cínico Tano responde que pasada cierta edad nadie sobrevive sin culpa.  Sin embargo, que a este personaje cínico se le haya ocurrido la idea de suicidarse junto con los demás, no sólo es resultado de una lógica coherente con el tener, porque quiere asegurar un bienestar a su mujer por cobrar el dinero del seguro de vida frente a un sistema económico que se desmorona amenazando la continuidad de su nivel de vida confortable. También es resultado de la humillación que le supuso ser rechazado por ella públicamente cuando asistió al funeral de una residente del country con quien había negociado prestarle dinero anticipado a cuenta de la totalidad de su seguro de vida. Cuestionado públicamente por habérsele pedido que se retirara del lugar, él reaccionó  con rabia diciéndoles que los privilegios de su  modo de vida no venían de la nada, cuestionándoles que querían ser excepcionales, poderosos, disfrutar de un bienestar económico pero sin ensuciarse las manos en cómo adquirir el dinero que les permitía hacerlo. En esa misma escena, pretendió retirarse con su mujer pero ésta se resistió con un gesto de desprecio y se fue sola. Más tarde se encerró en la habitación de matrimonio, impidiéndole el acceso a su marido. Es la primera vez que Tano se entera de que su mujer le cuestiona moralmente, no le quiere y eso lo derrumba.

La ironía de la película es que muestra que las mujeres de estos  hombres, excepto la de Ronnie, aunque aparentemente no participen de la misma lógica, también están atrapadas en el mismo engranaje perverso. Cuando Ronnie, movido por una intensa culpabilidad, les dice que las muertes de los otros no han sido por accidente sino que ha sido un suicidio, mujer del Tano le reprocha que les diga eso, que sus hijos no pueden pensar que sus padres se han suicidado, para finalmente decirle que si lo que él pretende es que no cobren el seguro de vida y pregunta abiertamente si es que él ha hecho algún arreglo con el seguro para negociar quedarse con parte del dinero que se les debe a ellas, dado que saben que él hace tiempo que tiene dificultades económicas. Reacción que motiva el estupor de Ronnie y la indignación de su mujer que las echa de su casa.  

Si hay algún mensaje saludable en esta película es que muestra que al final, los que se salvan son los menos adictos a un modo de vida suicida, porque quien empeña su vida en el logro de un bienestar a cualquier precio, olvidándose de atender aquellos aspectos sensibles que sostienen la vida emocional, está condenado a padecer una sensación irrecuperable de vacío cuando se da cuenta que su vida pasó por su lado sin tocarlo y no pudo disfrutar de aquello que creía equivocadamente que los bienes materiales por sí solos le procurarían. 


CLAUDIA TRUZZOLI
Presidenta de la Sección Dones del Copc en el momento de esta publicación en la Revista (numero 224) del Colegio Oficial de psicólogos de Cataluña de junio/julio del 2010.   

martes, 10 de junio de 2014

PRESENCIA CÓMPLICE


 PRESENCIA CÓMPLICE

Encuentro tu presencia en los pliegues de mis sábanas,
en el hueco que dejas en la almohada,
en el perfume en la toalla que utilizas,
en el detalle de un colgante dejado con descuido,
en el armario donde encuentro tu vestido,
en las intimidades de mi cuerpo
que registran las marcas de tu tacto,
en la memoria de emociones placenteras,
en el silencio de la casa llena de imágenes
que permanecen al marcharte. 
Amor, cómplice del secreto de una entrega
en altas horas de la madrugada,
cuando los gemidos delatores de tu goce
entraron en mi alma sin precauciones
ni defensas
ansiando protección, fidelidad, acogimiento.

CLAUDIA TRUZZOLI
10 de junio 2014


sábado, 7 de junio de 2014

NOSTALGIAS DIVERSAS



NOSTALGIAS DIVERSAS

Nostalgias donde pulsa la vida
encarnada en las presencias
de todas las personas
que acompañaron nuestro paso
por las complicidades cálidas,
la cotidianeidad compartida
con las amistades entrañables,
que aunque perdidas en el tiempo
nuestra memoria guarda
como un bien irrevocable.
Nostalgias de quienes fueron amores
y hoy algunos son nuestros amigos, 
amores caducados que transforman
lo que ayer fue nuestro alimento
en cimientos que nos fortalecen,
nos pasean por los recuerdos
de lo que ofrecimos y nos dieron,
que rescatan lo mejor
del regalo de su afecto y  nuestra entrega.
Nostalgias gratas, sensibles,
luminosas y tiernas
que nos dan la fortaleza suficiente
para apartarnos de aquellas nostalgias
nocivas, insidiosas, dañinas,
las del rencor enquistado
en las palabras no dichas
que nuestro cuerpo doliente expresa
congelando el impulso que llama a la vida.

CLAUDIA TRUZZOLI
MAYO 2011